A las cinco se cierra la barra del treinta y tres, pero Mario no sale hasta las seis. Y si encima le toca hacer caja despidete. Casi siempre se le hace de dia Mientras Maria, ya se ha puesto en pie. Ha hecho la casa ha hecho hasta el cafe. Y lo espera medio desnuda. Mario llega cansado y saluda sin mucho afan. Quiere cama pero otra variedad. Y Maria se moja las canas en el cafe. Magdalena hasta el sexo convexo. Luego el trabajo en un gran almacen. Cuando regresa no hay mas que un somiere. Taciturno cursar por turnos. Cruz de navajas por una mujer brillos mortales despuntan al alba sangre que tiñe de malba al amanecer. Pero hoy como ha habido redada en el treinta y tres Mario vuelve a las cinco menos diez. En la calle vacia a lo lejos solo se ven a unos novios comiendose a besos. Y el pobre Mario se quiere morir, cuando se acerca para descubrir que es Maria con compa~ia. Cruz de navajas por una mujer brillos mortales despuntan al alba sangre que tiñe de malba al amanecer. Sobre Mario de bruces tres cruces: Una en la frente, la que mas dolio; Una en el pecho, la que le mato; y otra miente en el noticiero: Dos drogadictos en plena ansiedad roban y matan a Mario Postigo mientras su esposa es testigo desde el portal.